“No
existe zona habitada, incluso en la actualidad, donde no existan
leyendas, cuentos para asustar a los niños o historias de magia
fantásticas y maravillosas que nos hacen sentir escalofríos. Highdell no
es distinto. Seguro que conoces alguna de sus leyendas. Algo que se
susurra tras las puertas, mientras sus narradores y sus oyentes se
santiguan a sus dioses. Cuéntanosla.”
La Hija de la Serpiente Estelar
Todo
el mundo es capaz de ver casi todas las noches la estrellada cola de la
poderosa serpiente Alaya que rodea al mundo, protegiéndolo de los
ataques de Bolkar, la Insaciable Boca del Caos. A veces se ve caer una
estrella fugaz desde la cola de Alaya, restos causados por su eterna
lucha.
Se
cuenta que hace muchos eones, Bolkar casi logró derrotar a Alaya, y
muchas estrellas cayeron aquellos días. Uno de aquellos fragmentos era
una hija de Alaya, nacida de su violenta unión con Bolkar. Cuentan que
tenía el cuerpo de una esbelta mujer, cabellos de culebras, alas y la parte
inferior de una gigantesca serpiente. Su nombre era Elennia, y poseía la
sabiduría de su madre y la locura de su padre. Al caer se refugió en
unas profundas cuevas, para escapar de los abrasadores ojos de su madre,
a la cual temía al creerse impura e indigna. Salía por la noche, cuando
el rostro de su madre se ocultaba tras el horizonte, para alimentarse,
especialmente de los varones humanos. El lugar era evitado durante la
noche, y a la entrada de la cueva se dejaban presentes y sacrificios
humanos para calmar el hambre de Elennia.
Tiempo
después una joven heroína, Takkerna, llegó a la zona. Se enamoró
locamente de un joven albañil, Theorek, y a su vez despertó la lujuria
en el Sumo Sacerdote de Elennia, Samek, el cual ordenó que Theorek fuese
la siguiente víctima en ser sacrificada. El día del sacrificio Takkerna
se enfrentó al Sumo Sacerdote para evitar el sacrificio, y con su acto
levantó a las masas de la ciudad, que estaban hartas de ser sacrificadas
a tan cruel divinidad. Al final, Takkerna y Samek cayeron dentro de la
cueva. Samek fue devorado por Elennia y Takkerna aprovechó para
atravesar con su lanza a través de su ponzoñosa boca, el único punto
vulnerable que tenía, hiriéndola gravemente. Elennia enloqueció,
golpeando violentamente con su enorme cuerpo serpentino las paredes de
la caverna, provocando un gran derrumbe que bloqueó la entrada.
Theorek
fue nombrado por el pueblo nuevo gobernador, y él ordenó levantar un
templo sobre las ruinas de la entrada a la caverna de Elennia, en honor a
Takkerna, protegido por una orden de mujeres guerreras. Se dice que
Elennia no murió, si no que entro en un estado de sopor, y que a veces
sus sueños pueden provocan la locura en aquellos que los comparten
inconscientemente o mostrarles visiones de posibles futuros.
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