"En todo mundo de fantasía medieval existen grandes dioses,
gigantescos poderes que enfrentan a sus seguidores, unos contra otros,
que los envían a grandes gestas, los utilizan en sus maquinaciones, y
los empujan a guerras con y sin sentido. Todos han oído hablar de esas
grandes entidades. Los Valar del Señor de los Anillos. Los desaparecidos
y retornados dioses de la Dragonlance. Los poderes del Caos de Elric. E
incluso en la historia antigua tenemos a los dioses romanos, griegos,
persas, aztecas, etc, etc. Pero no vamos a acordarnos de ellos. Hoy es
día para acordarse de esos dioses menores, esos pequeños poderes, tan
extraños como desconocidos, cuyas aspiraciones son tan ignotas como son
sus avatares. Elige o inventa a uno de esos dioses y descríbelo."
El Gorocha, el Engendrador de Monstruos
El
Gorocha es un dios muy antiguo, tanto como es posible recordar. Es un
dios viviente de la fertilidad, y es el padre y la madre, literalmente,
de cientos de especies y monstruosidades. Vive en lo más profundo del
Bosque Viejo, rodeado por muchos de sus descendientes. Algunos de estos
son únicos, mientras que otros se han convertido en especies propiamente
dichas, como los faunos, los ogros, los minotauros, etc.
Su
aspecto es realmente poco atractivo, siendo una enorme mole peluda con
cornamenta, largos colmillos y garras, con desproporcionados genitales
de ambos sexos, pero extrañamente, se habla de una irresistible
atracción sexual hacia esta entidad. El mínimo roce de su piel produce
un éxtasis sensorial inigualable, y el Gorocha gusta de retozar con todo
tipo de criaturas, sea cual sea su sexualidad, de cuyos encuentros
suele surgir una descendencia, ya sea en la pareja o en el propio
Gorocha.
Entre
sus seguidores cabe destacar a las Brujas Verdes, una amplia cábala de
hermosas brujas, de cuerpos desnudos y aceitados, enjoyadas con torques y
brazaletes, que son las encargadas de llevar a cabo los rituales
lunares y las festividades en honor a su cornudo señor, y además sirven
como su guardia de honor.
Aunque
el Gorocha fue más adorado en la antigüedad, en la actualidad sigue
siendo reverenciado por los seguidores del Viejo Culto y por aquellos
que buscan la fertilidad. Suelen dejarle pequeños presentes cerca de los
ídolos toscamente tallados y normalmente cubiertos de moho y líquenes
que a veces aparecen en los lindes de los bosques o de los senderos que
los atraviesan. Solo los desesperados o los locos se atreven a buscar un
encuentro directo con el Gorocha, ya que es de sobra conocido lo
celosamente que guardan sus hijos el abrupto territorio que sigue
controlando directamente.
De los que he leido el mejor, sin duda. De hecho voy a incluirlo en mi siguiente partida
ResponderEliminar