La Comunidad Sagrada de Senkerenvale
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Senkerenvale, o Siete Valles en la lengua silvana, es una extensa comunidad
de elfos silvanos invernales, que ocupan una serie de valles (hay más de siete,
aunque siete son los más grandes), a los pies de las Montañas Nevadas.
Es un
lugar considerado sagrado por los elfos, ya que en las alturas de las montañas,
enterradas casi completamente por las nieves eternas, se encuentran las ruinas
de Aëlfh Caergilia ("Morada de los Primeros Hijos"), la antigua capital del Reino de los Hijos de las Estrellas. En
dicho lugar se guardan todavía los rollos de platino en los que los
dioses-vivientes inscribieron las Leyes para sus hijos, y a pesar de la caída
de la ciudad hace milenios, los rollos siguen custodiados por una orden de
monjes ascetas y eruditos, hombres sabios dedicados al estudio de legajos
antiquísimos y de las estrellas, buscando las señales que marquen la llegada de
la nueva era para los Hijos de las Estrellas. Esta comunidad está dirigida por
el más viejo entre ellos, Galaj Urbriel, el Vidente Blanco, un viejísimo elfo
de tamaño diminuto, largo pelo blanco y blancos ojos ciegos, que pasa su tiempo
soñando y escuchando la música de las esferas, atendido por los más jóvenes
iniciados, los cuales le alimenta, le limpian, y anotan cuidadosamente cada una
de las palabras que salen por su desdentada boca, que no suelen ser muchas,
para ser posteriormente estudiadas con detenimiento por los superiores de la
orden.
Senkerenvale es gobernado por un Consejo de Ancianos, uno elegido en cada
uno de los grandes valles, los cuales actúan como jueces en las disputas y
dirigen la política común, pero dejando las cuestiones locales en manos de cada
asamblea familiar. También eligen al Vanith, el Jefe de Guerra, encargado de
organizar la defensa de los valles frente a las amenazas externas.